Abia Akram, un referente para la educación inclusiva
Abia Akram, encarna la causa que defiende: que la educación sea un catalizador para generar oportunidades a todas las personas teniendo en cuenta su diversidad. Es la primera mujer de Pakistán, y la primera mujer con discapacidad, en ser designada coordinadora del Foro de Jóvenes con Discapacidad del Commonwealth.
Además, preside también el Consejo de Jóvenes del UNICEF, y a su lista de distinciones se suma la copresidencia de la Unión de Mujeres con Discapacidad de Asia Pacífico. Ella se dedica a formar a mujeres con discapacidad a fin de que mejoren la confianza en sí mismas y valoren sus capacidades para construir su futuro.
ONU Mujeres nos ayuda conocerla en una entrevista:
¿Cuáles fueron algunos de los mayores obstáculos a los que se enfrentó para llegar donde está hoy en día?
Mi organización trabaja para crear un vínculo entre las mujeres con discapacidad y la educación y capacitación en liderazgo, algo que sigue siendo un desafío. Cuando intento contactar a jóvenes mujeres con discapacidad de muchos países, se torna muy difícil. Si las identifico, sus padres no les permiten ir a reunirse con otras. Si una mujer con discapacidad viene a verlas, puede ayudarles a aceptar su discapacidad para que puedan avanzar como líderes, como profesionales y como personas. Estamos trabajando en el empoderamiento mediante sesiones de capacitación, educación, conferencias y trabajo sobre el terreno. Todo esto es muy importante para enseñarles habilidades de liderazgo a las mujeres con discapacidad. El fomento de las capacidades de las organizaciones para cambiar sus políticas y mentalidad, así como ofrecerles capacitación que les permita comprender cómo incluir a las personas con discapacidad es un desafío que vale la pena afrentar.
¿De qué forma el hecho de ser mujer ha influido en su trayectoria hasta hoy?
Inicié mi organización en 1997, y eso me cambió la vida. Yo pensaba en la discapacidad como algo negativo. Una vez que me sumé al movimiento de personas con discapacidad, aprendí que tener una discapacidad es sólo un estilo de vida diferente, no una enfermedad. Tengo que aceptar mi discapacidad, no sólo por mí, sino por millones de mujeres con discapacidad en Pakistán y alrededor del mundo. Tengo la responsabilidad de hacer algo por las mujeres con discapacidad de todo el mundo, especialmente en materia de capacitación para el liderazgo.
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