México aún da pasos pequeños para potenciar a las mujeres en el mercado laboral
Ante un escenario nacional donde se ha logrado la paridad entre niños y niñas con acceso a la educación pública de nivel básico, una reforma para equilibrar la representación de las mujeres en la cámara de diputados en 2013, la creación del Instituto Nacional de las Mujeres y una Norma Mexicana para la Igualdad Laboral entre mujeres y hombres, pareciera que la brecha de género para empoderar económicamente a las mujeres se reduce cada vez más.
Si bien es cierto que el país avanza por buen camino, los cambios ocurridos en los últimos años para incorporar a más mujeres a la vida productiva del país representan apenas el piso mínimo para operar un cambio.
“Todos somos corresponsables: el gobierno, la sociedad y las empresas”, dijo la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Lorena Cruz Sánchez durante su participación en el panel ‘La condición de las mujeres en México, ¿qué tiene qué cambiar?’ del Women’s Forum México 2016. “No podemos pensar en un país desarrollado si no tenemos una infraestructura que permita a las mujeres incorporarse al mercado laboral”.
La secretaria del Gobierno de la Ciudad de México, Patricia Mercado señaló que en México existen muchas realidades en términos de género que dependen de la edad, las condiciones socioeconómicas y la región donde viven las mujeres.
“Pero hay un tema que nos aplica a todas y es ‘la doble carga’”, afirmó. Este término se refiere al rol de cuidar y cobijar a los grupos más vulnerables, como niños, enfermos, adultos mayores o familiares con discapacidad.
“Las mujeres asumimos este rol por un viejo paradigma a pesar de toda la legislación y los avances. Con la ‘doble carga’ es imposible acceder a las oportunidades laborales que ofrecen el gobierno y las empresas”, dijo Mercado.
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