Emakunde constata las diferencias entre el discurso de género de la juventud y su comportamiento
El estudio Continuidades, conflictos y rupturas frente a la desigualdad: jóvenes y relaciones de género en el País Vasco ha sido presentado este miércoles por la directora de Emakunde, Izaskun Landaida, y las profesoras de Antropología de la UPV-EHU Jone Miren Hernández y Mari Luz Esteban, esta última directora del estudio.
El trabajo de investigación se desarrolló entre 2010 y 2012, y para su elaboración se entrevistó a 102 jóvenes de ambos sexos de edades comprendidas entre 15 y 30 años. Además, las investigadoras han utilizado el método de la observación participante para el análisis de la actitud juvenil en diferentes ambientes, como el deportivo o el festivo.
Las autoras han constatado que pese a que la idea de que «la discriminación sexual es una cosa del pasado y que el feminismo es trasnochado e irrelevante» se encuentre bastante extendida, existe un predominio de los roles y estereotipos tradicionales correspondientes al hombre y a la mujer.
El equipo investigador ha señalado que las mujeres siguen siendo «más sensibles» que los hombres de cara a verse influidas por los modelos de imagen corporal, ya que «las chicas son más fácilmente objetualizadas y cosificadas que los chicos».
Algunos de los principales obstáculos que se detectan son la hipersexualidad de las chicas, el control de la pareja o el excesivo énfasis en la imagen y cuidado del cuerpo.
El estudio también ha detectado que las jóvenes «siguen sufriendo críticas por ligar o por ser sexualmente muy activas», mientras que «predomina la exaltación de la virilidad masculina».
El trabajo constata que «la juventud vasca se sigue definiendo según el binomio chicas sensibles en oposición a chicos fuertes».
En cuanto a las relaciones de pareja, el estudio indica que «no es una mera cuestión de control masculino y sumisión femenina, ya que se observa que puede funcionar al revés».
Las ponentes aseguran que el cuidado de los hijos e hijas «sigue siendo algo que se relaciona con la mujer y no con el hombre». La dificultad de compaginar la maternidad con la vida laboral, así como las posibles complicaciones en el seno de la vida doméstica, son las mayores preocupaciones de las jóvenes vascas cuando son interrogadas acerca de una futura maternidad.
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