Para que conste
Voy a empezar diciendo que rebatir un cotilleo es algo que nunca he hecho. No me gusta gastar energía en mentiras, pero quería formar parte de una amplia conversación que ya se ha entablado y que debe continuar. Ya que no estoy en redes sociales, he decidido dejar por escrito aquí mis pensamientos.
Para que conste: no estoy embarazada. Lo que estoy es harta. Harta de ese escrutinio y de ese afán por hacer sentir mal a alguien por su cuerpo con el pretexto de estar haciendo periodismo, el primer artículo de la Constitución de las noticias de famosos.
A diario mi marido y yo somos acosados por decenas de fotógrafos agresivos apuntalados a las puertas de casa, que traspasarán cualquier frontera para obtener una foto, aunque esto suponga ponernos en peligro a nosotros o a los pobres peatones que por casualidad pasan por ahí. Dejando aparte el aspecto de la seguridad pública, quiero centrarme en un tema más amplio: lo que este ritual loco de los tabloides representa para todos nosotros.
Si para alguien soy algún tipo de símbolo, entonces soy un ejemplo de cómo nosotros, como sociedad, vemos a nuestras madres, hijas, hermanas, esposas, amigas y compañeras. La cosificación y el escrutinio a los que sometemos a las mujeres es absurdo y alarmante. La forma en que los medios me muestran es simplemente un reflejo de cómo vemos y describimos a las mujeres en general, con la medida de unos retorcidos estándares de belleza. A veces los patrones culturales necesitan una perspectiva diferente para que los podamos ver por lo que realmente son: una aceptación colectiva… un acuerdo inconsciente. Somos responsables de este acuerdo. Las niñas de todo el mundo absorben este acuerdo, de forma pasiva o no. Todo empieza a una temprana edad. El mensaje de que las niñas no son guapas a menos que estén súper delgadas, de que no merecen nuestra atención a menos que tengan el aspecto de una supermodelo o una actriz de portada de revista es algo en lo que todos estamos implicados. Esta forma de condicionarlas es algo que las chicas llevarán consigo hasta la edad adulta. Usamos estas noticias de celebrities para perpetuar esta visión deshumanizadora de las mujeres que se centra sólo en la apariencia física, y que se ha convertido en el deporte favorito de los tabloides en cuanto a especulación. ¿Está embarazada? ¿Está comiendo demasiado? ¿Ha dejado de cuidarse? ¿Está su matrimonio contra las cuerdas porque la cámara detecta algún tipo de imperfección física?
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