El complejo debate sobre el género en el Perú
En la segunda mitad del año pasado, temas como la salud sexual y reproductiva de las mujeres, la identidad de género y los derechos no reconocidos de la comunidad LGBT volvieron al debate nacional, luego de tres decisiones asumidas por diferentes poderes del Estado.
1 La redistribución de la píldora del día siguiente.
El 22 de agosto, el Poder Judicial dictó una medida cautelar para que el Ministerio de Salud (Minsa) volviera a distribuir gratuitamente el anticonceptivo oral de emergencia (AOE) –o píldora del día siguiente– en los centros de salud pública del país.
De esta manera, el Primer Juzgado Constitucional de Lima declaró fundado el recurso presentado por la ciudadana Violeta Cristina Gómez y la ONG Promsex, dentro del juicio que iniciaron para que el Estado retome esta política de salud, la cual se había prohibido en el 2009.
El mandato debía ser cumplido por el Minsa en un plazo de 30 días. Por ello, el sector Salud anunció el 15 de setiembre que ya se había iniciado el reparto progresivo del AOE en su red de establecimientos médicos.
Sin embargo, si bien la mayor parte de la población aprobaba la píldora (según una encuesta de El Comercio-Ipsos, del 89% que decía conocer el fármaco, el 71% estaba a favor de su uso), algunos sectores de la sociedad la rechazaban.
Uno de los primeros en alzar su voz de protesta fue el cardenal Juan Luis Cipriani, quien calificó al AOE de “abortivo” y llamó “respondonas” a las ministras de Salud (Patricia García) y de la Mujer (Ana María Romero-Lozada) por defender la píldora. Según dijo, porque el presidente Kuczynski nunca tuvo en su agenda este tema.
Sobre la distribución del fármaco, Carmen Mayuri, directora de Salud Sexual y Reproductiva del Minsa, explicó que tras la medida cautelar el sector inició dos procesos de compra del Levonorgestrel (nombre científico del AOE) para su reparto en todo el país, aunque no especificó en qué regiones se priorizó este proceso.
“Hemos monitoreado que la demanda de la píldora ha sido muy baja. Se ha entregado principalmente en hospitales de zonas urbanas, y se ha capacitado al personal para que haga un seguimiento de la paciente que recibe el anticonceptivo. En seis meses, podremos definir cuál es la verdadera demanda del AOE”, dijo Mayuri.
Leer el artículo completo de Fernando Alayo Orbegozo en El Comercio.