“Hubo quien quiso acabar con mi carrera política porque soy lesbiana, pero no lo consiguió
Cuando hablamos con Jóhanna Sigurðardóttir no podemos evitar relacionar su nombre con la palabra pionera. Ella fue la primera persona abiertamente homosexual que presidió un gobierno. Además, como primera ministra islandesa consiguió el primer gobierno paritario de la historia de su país. Charlamos con ella sobre cómo fue su tardía salida del armario (estuvo casada con el padre de su hijos durante 18 años) y sobre las medidas que tenemos que tomar para no dar por sentado los derechos adquiridos y seguir avanzando hacia la igualdad.
¿Por qué piensa que es importante celebrar eventos como el Orgullo Gay Mundial en Madrid?
Ha sido un acierto elegir España como el país que se encarga de organizar el Orgullo Mundial de este año porque vuestro país ha sido un pionero mundial en derechos LGTB+. Creo que este Orgullo va a ser una gran oportunidad para que activistas de todo el mundo vayan a Madrid a debatir los puntos en los que tenemos que mejorar. Aprender de la experiencia de España en esta materia puede ser muy útil para los participantes de otros países.
¿Cree que es más difícil para una mujer ser homosexual?
Creo que no hay diferencia. Lo fácil o difícil que le resulta a alguien ser homosexual depende de factores como las leyes, la religión y la sociedad del país en el que vivas. Y, por supuesto, también de tus propios sentimientos y tu aceptación personal al ser homosexual. No hay que olvidar que es difícil conseguir el respeto de los demás si no te respetas a ti mismo primero. Dicho esto, es importante resaltar que en algunas sociedades las autoridades se sienten más amenazadas por los gays masculinos que por las lesbianas. Los horribles acontecimientos ocurridos en Chechenia son un buen ejemplo de ello.
¿Alguna vez se ha sentido atacada por el mero hecho de ser lesbiana?
Yo he sido bastante afortunada en ese sentido. Me han dicho que a veces se han escrito cosas horribles sobre mí en las redes sociales. También te puedo decir que alguien de mi propio partido intentó usar mi sexualidad para perjudicarme y acabar con mi carrera política. Pero no lo consiguió.
Leer la entrevista completa en El País.