Nuevo curso, nuevos libros y la familia heterosexual de siempre: «El resto estamos excluidas»
Cuando en clase de Pablo (nombre ficticio) abran el libro de Ciencias Sociales por el segundo tema para estudiar la familia se dará cuenta de que la suya no aparece en ningún lado. Una de las preguntas que le harán será cuál de las que aparecen en las fotografías que ilustran la parte introductoria del capítulo se parece más a su familia. Pero sus dos madres no están. Tampoco los dos padres de Tristán, que empieza 2º de Primaria este año.
«Cuando los abrimos vimos que el esquema se repetía en muchas asignaturas al hablar o ilustrar a una familia. En Sociales se trata el tema específicamente en tres o cuatro páginas desde un punto de vista heteropatriarcal en el que solo existen papá, mamá, hermanos, abuelos y tíos», explica Celeste Carrasco, madre de Pablo y de otro niño de dos años junto a Paloma.
Es la primera vez que ellas se enfrentan a los libros de texto que utilizará su hijo mayor, que empieza 1º de Primaria este año en el colegio público de Madrid Vázquez de Mella. Pero son muchas las familias que rompen los límites del modelo tradicional y que cada inicio de curso constatan su falta de representación en los libros de sus hijos e hijas. Un mapa familiar diverso salpicado de hogares homoparentales, monomarentales –la mayoría son mujeres–y otros tipos de familias que van desde núcleos multiculturales y adopciones a reagrupaciones familiares.
Una de ellas es la de Tristán, un niño malagueño de raza negra que tiene siete años y dos padres. «Todos los años es lo mismo. Abres los libros y cuando aparece una familia siempre es el patrón tradicional. Esconden, no solo mi realidad familiar, sino una multiplicidad que se obvia. Somos familias silenciadas y excluidas», explica Juan Andrés Teno, uno de los padres de Tristán y vocal del Grupo de Familias de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales (FELGTB).
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