Las mujeres de la Fórmula 1
La historia de las mujeres en la Fórmula 1 es breve. Durante décadas ha sido un deporte de hombres, con pocas mujeres en papeles importantes o detrás del volante.
Solo seis mujeres han conducido durante los fines de semana del gran premio y, de ellas, solo dos han participado en la carrera; Lella Lombardi, de Italia, fue la última. Esto fue hace más de 40 años. Sin embargo, afuera de la pista, las cosas están empezando a cambiar. Monisha Kaltenborn se convirtió en la primera jefa de equipo cuando dirigió al equipo Sauber. Aunque el mes pasado se retiró, tras ella se encuentra una generación de talento femenino.
Claire Williams es la jefa adjunta del equipo Williams, Ruth Buscombe es ingeniera sénior de estrategia en el equipo Sauber; Bernadette Collins ocupa un papel similar en Sahara Force India, y Marga Torres Díez es una ingeniera de unidad de potencia en pista que trabaja con los motores ganadores de campeonatos que produce Mercedes-AMG High Performance Powertrains.
En las escuadras de los equipos, cada vez más mujeres ocupan puestos en aerodinámica, compuestos y dinámica de vehículos. Sin embargo, las pilotos todavía no son comunes.
El automovilismo es un juego de cantidades. Miles de niños y niñas en todo el mundo comienzan a practicar karting cada año, y mientras que van avanzando en su camino profesional, resulta que solo hay 20 conductores en la cima de la pirámide internacional de conductores individuales de Fórmula 1, lo cual dificulta el éxito para ambos sexos.
“La cifra base de mujeres sigue siendo muy baja”, dijo Michèle Mouton, expiloto del Campeonato Mundial de Rally y presidenta de la Comisión de la Mujer de la Federación Internacional de Automovilismo. “Debemos promover más en todas las áreas, entonces tendremos una mayor cantidad de mujeres involucradas en todas las áreas del automovilismo, incluyendo la competencia”.
En los primeros años de las carreras consideradas grandes premios, cuando el acceso a los deportes de motor estaba tan restringido por el poder adquisitivo como lo está actualmente, las competidoras no eran tan escasas. El automovilismo como pasatiempo para las clases altas generó un pequeño círculo de competidoras exitosas en las décadas de 1920 y 1930, y los fabricantes de la época no ignoraron las oportunidades de promoción.
Invicta, una marca automovilística de la época, eligió a Violette Cordery —piloto de carreras y poseedora del récord de conducción a distancia— para publicitar sus autos con acrobacias. Para probar la confiabilidad de la marca, ella condujo de Londres a Montecarlo en tercera velocidad y también realizó un viaje alrededor del mundo en 1927, durante el cual manejó más de 16.000 kilómetros en cinco meses.
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