Eva Amaral: «Equiparar feminismo y machismo es una demagogia absoluta»
Al otro lado del teléfono se asoma la voz de Eva, la mitad de Amaral. Habla desde el sosiego de una trayectoria construida desde la independencia. Veinte años cantando a la libertad. Y también desde ella. La misma que poseen para grabar un análogo en versión acústica. Es la personalidad de dos zaragozanos que se iniciaron en los directos a golpe de contrabajo.
Su última aventura musical ha sido componer el himno del Zaragoza Club de Fútbol Femenino. Bajo el título Hijas del Cierzo el grupo ha querido apoyar al equipo de manera desinteresada. Un pequeño escalón hacia la visibilidad del deporte femenino. El esfuerzo de las mujeres luchando como el viento.
Y entre medias una gira presente en más de 50 ciudades, algunas internacionales, que finalizará el 28 de octubre en el WiZink Center de Madrid y que incluirá la grabación de un disco en directo.
¿Cómo surgió la idea de componer ‘Hijas del Cierzo’, el himno del Zaragoza Club de Fútbol Femenino?
Fue una invitación del club. Nos hicieron llegar un mail en el que nos proponían componer un himno para ellas. Su carrera empezó en 1998 y hasta este momento no habían tenido uno.
¿El hecho de que fuera un equipo femenino influyó en su decisión de aceptar la propuesta?
La verdad es que sí porque nos pusimos un poco en la piel de esas mujeres que tienen que salir a entrenar azotadas por el Cierzo en invierno, es un viento muy frío, y en verano bajo un calor tremendo. De alguna manera, empatizamos enseguida con esa idea de que realmente, aunque el fútbol es un terreno tradicionalmente muy masculino, el esfuerzo que supone el entrenamiento y la entrega y la pasión es igual para mujeres que para hombres, es algo que nos une y que realmente es igual para cualquier persona.
Ellas son un equipo muy humilde alejado de los focos y de las grandes cifras que se manejan en el fútbol profesional masculino y además tienen que sortear muchos obstáculos. De ahí un poco la idea del viento también. Ellas están como el viento, en este caso como el Cierzo, que es el viento de Zaragoza, sorteando obstáculos, un poco también como las aguas del Ebro que van sorteando los pilares de los puentes que están sobre el río en la ciudad de Zaragoza. Todo eso es lo que inspiró la idea de esta canción. Aparte, el hecho de que fuera el equipo de fútbol femenino de nuestra ciudad era algo que nos animaba todavía más a escribirlo.
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