Júlia Bertran: “El amor romántico es un modelo basado en la desigualdad de género”
A Júlia Bertran no le gustan las etiquetas. Esta periodista cultural acaba de publicar Amar y timar (editorial Bridge), un libro que plantea muchas preguntas relacionadas con el “amor romántico, la cultura monógama, la familia tradicional, el código binario de género y sus roles sexistas”. Preguntas para intentar responderse a sí misma y que, de paso, todos los lectores puedan también cuestionarse estos aspectos de la vida.
El hilo conductor de Amar y timar son unas ilustraciones realizadas con acuarela de trazos sencillos y un lenguaje profundamente explícito que reflejan las cuestiones que Bertran nos plantea. Las ilustraciones se conectan, al final, con las conversaciones que la autora mantiene con Mari Luz Esteban, Brigitte Vasallo, María Riot, Coral Herrera, el Niño de Elche, Carolina del Olmo y Teo Pardo, figuras que la ayudan a darle forma a sus preguntas y le otorgan otras perspectivas de respuesta.
¿Qué representa la ilustración en tu vida?
Empezó como un ‘hobbie’ y descubrí que dibujando podía parar el ruido de la mente y concentrarme durante horas en el papel. Dibujando pierdo el mundo de vista, eso tan difícil de conseguir cuando tienes un smartphone al lado. En una etapa movidita sentimentalmente, comencé a dibujar a diario. Fue terapéutico. Me ayudaba a ordenar ideas, dar forma a sentimientos confusos y a desdramatizar, a reírme de mí misma. En las ilustraciones que hago, el humor es tan importante como las acuarelas, o más.
En el libro hablas de unos modelos convencionales ¿Cómo te das cuenta de que tu vida está rodeada de dichos estereotipos?
Por incomodidad. No entendía por qué tenía que seguir unas normas tan asfixiantes cuando estaba en pareja. Me atraían otras personas, quería follar con ellas, mis amigos eran tan o más importantes, no quería tener hijos, la idea de convivir o de compartir el resto de mi vida con alguien tampoco me ilusionaba, no tenía celos, necesitaba espacio…vaya, un desastre que me colmaba de culpa. Llegué a pensar que no sabía querer, que no sabía comprometerme. “Pareces el chico de la pareja”, me habían dicho en varias ocasiones. Eso me hizo pensar. Ellos sí que pueden querer así, ¿pero nosotras no? Me puse a leer sobre el tema, a dibujar, y a entender que el amor es una construcción cultural llena de estereotipos artificiales y patriarcales, necesarios para sostener esta sociedad tan desigual que tenemos.
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