“El deporte es el ámbito que más discrimina a la mujer”
“Las imágenes de mujeres deportistas parecen maniquís de pasarela, lo que hace pensar que su valía está en su belleza no en su pericia deportiva”. Quien así se expresa es Matilde Fontecha, doctora en Filosofía y licenciada en Ciencias de la Actividad Física y Deporte. Ha publicado el libro El deporte se instala en las cavernas de la igualdad (editorial Bernilde), donde denuncia la utilización del cuerpo de la mujer como reclamo sexual por parte de clubes y federaciones. Según Fontecha, el deporte es “el ámbito que más discrimina a la mujer”. Fontecha, quien ha sido profesora titular en la Universidad del País Vasco, donde ha participado en la formación del profesorado desde la perspectiva coeducativa, sostiene que “el deporte mediático es una de las grandes bazas del patriarcado”.
¿Por qué considera que el deporte se ha instalado en las cavernas de la igualdad?
El deporte mantiene una estructura y un funcionamiento profundamente antidemocráticos y androcéntricos, por lo tanto, es uno de los ámbitos que más discrimina a las mujeres. Sin embargo, no puede aislarse del contexto social en el que se ubica. Desde hace unos años, estamos sufriendo una regresión en los derechos sociales de las mujeres en todos los ámbitos, derechos que ya creíamos consolidados. De manera que el deporte aprovecha esta coyuntura para llevar a cabo su propia regresión, para instalarse cómodamente en las cavernas de la igualdad, de donde apenas había dado los primeros pasos hacia el exterior. El trato discriminatorio que dispensa la institución deporte a entrenadoras, árbitras, técnicas, médicas, directivas y, sobre todo, a las deportistas es impensable en otras esferas y abarca desde las niñas en el deporte en edad escolar hasta las deportistas de élite. Las federaciones y los clubes incumplen las leyes de igualdad. Además, atentan contra los derechos humanos de las deportistas, a través de prácticas antiguas y normalizadas como el acoso y abuso sexual o de otras de nuevo cuño como la lesbofobia o la utilización de su cuerpo como reclamo sexual. Este último aspecto es un claro indicador de la regresión en igualdad, donde destaca la gravedad de la imposición por parte de las federaciones de una vestimenta de competición que las desvaloriza como deportistas y como mujeres.
Según usted, el deporte se erige en uno de los instrumentos más potentes a la hora de apuntalar la desigualdad entre hombres y mujeres
Sí. En mi opinión este es el mayor problema. No somos conscientes de hasta qué punto el deporte contribuye a asumir como natural la discriminación de todas las mujeres. El deporte mediático es una de las grandes bazas del patriarcado. A la vez que actúa como herramienta de alienación, se constituye en el escaparate más importante de la inexistencia de las mujeres. Es cierto que la proporción de mujeres es mínima en los puestos de responsabilidad, las altas finanzas o la alta judicatura (por poner alguno de los ejemplos más claros), pero al emitir datos al respecto, se hace de manera rápida, casi pidiendo disculpas por la falta de equidad. Sin embargo, en los informativos nos bombardean con noticias deportivas, dando por hecho que es correcta la ausencia de mujeres deportistas y de sus logros.
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