A una ingeniera: «Tengo una pregunta complicada, no creo que puedas ayudarme»
Soy ingeniera de estructuras de hormigón. El machismo me ha acompañado desde la universidad, donde mis compañeros desacreditaban mis notas diciendo que me acostaba con los profesores. He ido a reuniones de todo hombres donde me han sugerido que me podía sentar sobre las rodillas de alguno. He tenido a hombres el doble de mi edad babeándome, mandándome mails fuera de tono y tratando de emborracharme en eventos comerciales. He tenido al menos seis compañeros de trabajo en distintas empresas que, borrachos, me han empujado contra paredes para tratar de besarme. Dependiendo de su tamaño han tenido más o menos éxito.
Las dos preguntas que me hizo el gerente de mi actual empresa al entrar fueron si tenía novio y si quería tener hijos. Le dije que no. En estos momentos, soy la única chica en una oficina de 12 y la que tiene más formación en cálculo. Ahora que he demostrado mi valía y he resultado un pilar fundamental para que mi empresa desarrolle obras en el extranjero, he tenido un bebé. Han accedido a mi baja maternal siempre y cuando volviera sin reducción de jornada. Sé que todo eso es ilegal, pero a la última chica que se quedó embarazada la echaron.
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