Los banquillos son el nuevo techo de cristal para las mujeres
El avance de la mujer en la práctica deportiva en España es incuestionable. Cada vez hay más que se dedican a ello y sus éxitos a nivel internacional son continuos, hasta el punto de obtener mejores resultados en los dos últimos Juegos Olímpicos que los hombres. Pero existen parcelas dentro del sector donde su presencia sigue siendo apenas testimonial. Una de ellas es en los órganos de mando, tanto a nivel de clubes como de federaciones. Y otra, tan llamativa como la anterior, es a nivel de entrenadoras. Un informe elaborado por el Consejo Superior de Deportes refleja un panorama desolador. Apenas el 11,5% de los equipos femeninos de las diez disciplinas más importantes de nuestro país tienen a una mujer al frente del cuerpo técnico. Y sólo hay una al mando de una selección absoluta de un deporte colectivo.
El estudio del CSD revela que apenas 14 de los 122 equipos que militan en las máximas categorías femeninas de fútbol, fútbol sala, baloncesto, balonmano, waterpolo, voleibol, rugby, hockey hierba, hockey patines y hockey hielo están entrenados por una mujer. El que tiene mejor porcentaje es el rugby, en el que se da esa circunstancia en tres de los ocho conjuntos que compiten. Por el contrario, tanto en voleibol como en las tres modalidades de hockey no hay ninguna. En fútbol hay dos de 16; en baloncesto tres de 14, lo mismo que en balonmano; en fútbol sala una de 16; y en waterpolo dos de 10. La situación es aún peor si contamos los equipos nacionales femeninos. Sólo está Claudia Pons al frente del de fútbol sala. Apenas una de diez posibilidades. ¿Cuáles son las causas para que exista este techo de cristal que sólo unas pocas logran romper?
Viendo los últimos cursos de entrenadores nacionales en deportes como fútbol o baloncesto nos encontramos con una realidad aplastante. El número de hombres apuntados es mucho mayor. En el de baloncesto del presente año sólo hubo 8 mujeres de entre los 182 inscritos. En el curso de entrenador que organiza la Federación Española de Fútbol correspondiente a este 2018, en el que había ex jugadores tan conocidos como Raúl, Xabi Alonso, Xavi Hernández y Victor Valdés, tan sólo estaban apuntadas dos: las internacionales Saray García y Elisabeth Ibarra. Con esta proporción resulta complicado que la situación cambie. La pregunta que cabe hacerse es si a la mujer no le motiva la ocupación de entrenadora o si muchas la desestiman, aun estando interesadas, al considerar que las opciones de poder dedicarse a ello después de emplear tiempo y gastarse dinero en la formación, son muy remotas.
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