La española que pinta en la OTAN
El estudio norteamericano SOM y los belgas Assar Architects culminaron hace dos años la gigantesca sede de la OTAN en Bruselas que, con 250.000 metros cuadrados y 4.000 puestos de trabajo, tiene la presencia y el tamaño de una pequeña ciudad. Estos días, la pintora Bea Sarrias (Barcelona, 1978) ha terminado el gran lienzo que decora el Ágora central del edificio, el espacio que organiza todas las ramas del inmueble. Para hacerlo, esta artista, especializada en retratos de edificios desde hace tres lustros, ha “vivido” en el interior de las oficinas durante una semana. Y ha terminado de pintar su lienzo entre los cruces de empleados realizando su trabajo y en la soledad de las horas que el ingente inmueble permanece vacío. El resultado es un retrato interior de una arquitectura transparente como el vidrio, plagada de aristas y juegos de luz que quiere ser fuerte como el hierro que la sustenta, eficaz, como una máquina, e internacional, como una organización comunitaria.
Sarrias comenzó a retratar arquitectura para guardar un recuerdo de un piso del Ensanche barcelonés en el que su familia había vivido durante décadas. “Cuando empecé a pintarlo no era consciente de que lo estaba retratando”, explica. Pintó la luz y las sombras, los libros acumulados durante años. Y entonces lo vio: “Estaba pintando una época y una determinada forma de vivir que estaba desapareciendo.” Hoy cree que aquellos lienzos contienen una gran dureza. Pero le abrieron la puerta a la arquitectura que retrata y expone regularmente en las galerías Jordi Barnadas de Barcelona, Martin’s Atelier de Bruselas y en Elisabeth Ramfjord de Oslo.
Fue en la galería belga donde la vicepresidenta de la OTAN, Rose Gottemoeller conoció su pintura y la invitó a presentarse a un concurso para decorar el interior de la nueva sede. “Cuando empecé a trabajar en el lienzo para la nueva sede de la OTAN el edificio se salía completamente del tipo de arquitectura que acostumbro a pintar”. Logró controlar el resultado trabajando con precisión el dibujo inicial. Luego llegaría la pintura para trabajar la expresión del lienzo. Esa expresión es lo que diferencia su pintura de cualquier fotografía.
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