Sin Mundial por la igualdad
El miércoles 2 de mayo, el seleccionador noruego Martin Sjogren anunció la lista de 23 jugadoras que acudirán al próximo Mundial de Francia, que se disputará del 7 de junio al 7 de julio. El listado cumplió el peor de los presagios para la selección de Noruega, pero también alzaba la bandera de la lucha por la igualdad de género. Ada Hegerberg (23 años), Balón de Oro actual, no figuraba en la convocatoria. La considerada como mejor jugadora del mundo, en dura competencia con la brasileña Marta, ya anunció en 2017, mediante un comunicado, que no acudiría a la gran cita del fútbol femenino de este verano si no se igualaban las condiciones con las que la selección masculina de su país compite. Por entonces, Hegerberg no hablaba solo de dinero. También de infraestructuras, de planificación, de desarrollo y de alojamientos en las concentraciones del mismo caché y confort que los de los hombres. Así se lo planteó a los dirigentes federativos noruegos antes de tomar su decisión. “El fútbol es el deporte más importante de Noruega para las niñas y lo ha sido durante años, pero las chicas no tienen las mismas oportunidades que los chicos”, escribió Hegerberg.
Aquel primer pulso que lanzó sirvió para que la federación noruega y el sindicato de futbolistas del país escandinavo firmaran un convenio de igualdad salarial entre hombres y mujeres. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para que la gran estrella del Olympique de Lyon, que se medirá al Barcelona en la próxima final de la Champions femenina, acuda al Mundial representando a su país. Con su reivindicativa y cortante postura, Hegerberg ha renunciado a la competición fetiche de cualquier futbolista. Su voluntaria y meditada ausencia es un desafío a los estamentos. Todo un golpe deportivo para su federación y también para la FIFA y el comité organizador del Mundial por el tirón que la futbolista noruega tiene en Francia.
En pleno siglo XXI, por discriminación, el mejor torneo de fútbol no contará con una de las mejores jugadoras del mundo. “Me parece muy triste. Es un sacrificio demasiado grande porque a estas alturas las cosas aún están como están por no hacerse bien”, relata con una mezcla de perplejidad, admiración e indignación Conchi Amancio, la gran pionera del fútbol femenino español. “Es admirable lo de Ada. Yo no sé si habría renunciado”, se cuestiona Amancio desde la visión de lo que supone renunciar a un Mundial.
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