28J: El orgullo de hacer memoria transmaricabibollo en el pueblo y en la urbe
Todo empezó hace 50 años cuando los cócteles molotov sobrevolaron el cielo del barrio neoyorquino del Greenwich Village. Marsha P. Johnson, Silvia Rivera y algunas otras arrinconaron a la policía después de un intento de redada policial. Putas, negras, travestis, maricas y pobres, afincadas en los márgenes de los márgenes, emergieron de la oscuridad para encarnar el vicio, y de paso, salvarnos a todes. La globalización nos ha dejado esa fecha para el recuerdo, sin embargo, en el Estado español la represión franquista, y la democrática, también nos han dejado nuestras propias heroínas. Este año la celebración del Orgullo LGTBIQ+ ha querido honrar a nuestras ancestras, ancestres y ancestros y, con ella, la memoria de lo sufrido y lo gozado.
Los métodos de eugenesia y apartheid de Francisco Franco nos han acompañado prácticamente hasta nuestros días. La Ley de Vagos y Maleantes de 1954 que penalizaba explícitamente la homosexualidad con internado en instituciones especiales, separación y prohibición de residir en determinados lugares o territorios, continuó veladamente, y no tan veladamente, con la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social de 1970. Una ley que pese a contravenir explícitamente los Derechos Humanos no fue derogada hasta 1995, el mismo año que ‘La Macarena’ comenzó a mover las caderas de los machos ibéricos en el litoral mediterráneo.
Antes, el 26 de junio de 1977, Barcelona asistiría a su propio Stonewall con la primera manifestación LGTBIQ+ del Estado español que acabó con un despliegue de las recién estrenadas porras democráticas. La asamblea del 28J ha querido resaltar que las primeras en hacer frente a las cargas policiales fueron, al igual que lo hicieran en EEUU, las compañeras trans pese a que la organización había prohibido que formaran parte de la cabecera de la manifestación.
En 1990 la OMS dejó de considerar la homosexualidad como un trastorno mental aunque no sería hasta 2018 cuando eliminó de su lista de enfermedades mentales la transexualidad. Cabe destacar que este logro del movimiento LGTBIQ+ todavía no ha entrado en vigor y no lo hará hasta 2022.
En cuanto a Aragón, la mañana del 20 de diciembre de 2018 esta comunidad se despertó con el reconocimiento y la apuesta unánime de las Cortes de Aragón por la igualdad y la protección de sus derechos. Una ley todavía en pañales y con un colectivo deseoso de que se empiece a aplicar, por ejemplo, este 28 de junio permitiendo la colgada de banderas en las instituciones o, como denuncian desde la Asamblea organizadora del Orgullo en Zaragoza, con lo ocurrido el pasado 26 de mayo cuando una pareja sufrió una agresión transfoba en el bar de La Bodeguilla.
Leer el resto del artículo en Ara Info.