“El fútbol es un juego muy feminista, es todas esas cosas que nos dijeron que las mujeres no podíamos hacer»
Ayelén Pujol (Monte Grande, Argentina, 1982) disfrutó de niña con una pelota en los pies hasta que la inercia de la sociedad le llevó a dar la espalda a una pasión que no encontraba referentes. Las mujeres fueron invisibilizadas por el fútbol, deporte rey en su país, hasta infravalorar hazañas como la de Elba Selva, quien marcó cuatro goles a Inglaterra en un Mundial 15 años antes de la icónica jugada de Diego Armando Maradona en México 86’.
Esta periodista, que ahora publica en Argentina ¡Qué jugadora! (Ariel), volvió a encontrarse con el vacío cuando al estudiar Periodismo Deportivo solo le contaron la historia de los hombres: «¿Dónde estaban todas esas mujeres en un país donde el fútbol es parte de nuestro ADN? Argentina es tierra del Diego y de Messi, dos varones, pero nadie dice que es la tierra de Elba Selva, la mujer que en 1971 hizo cuatro goles a Inglaterra quince años antes del icónico gol de Maradona, el ‘Gol del Siglo’, consiguiendo el primer triunfo de una selección argentina contra las inglesas. Las primeras fueron mujeres, y sin embargo nadie las conocía».
Militante feminista, ¿influyó esto en tu decisión de dar voz a las futbolistas con esta investigación?
Por supuesto. Estamos en un momento social y político histórico particular con un movimiento feminista que está muy presente en la calle y que hace tiempo decidió incorporar el fútbol a su agenda, como un espacio de reivindicación de derechos.
¿Por qué no había sido así hasta ahora y se mantenía al margen?
Las feministas que militan desde hace mucho tiempo dicen que para ellas este deporte era un juego de 22 boludos que iban detrás de una pelota. Como que era una cosa exclusiva de varones. Todo cambió en 2018 con dos momentos clave para que el movimiento feminista viera en el fútbol un foco de acción pero principalmente las actitudes y las luchas de la selección femenina actual fueron el origen.
En la Copa América, las futbolistas saltaron al terreno de juego y se llevaron las manos a las orejas en un gesto que acá conocemos por un personaje de televisión que divirtió a muchas generaciones de niños, el Topo Gigio, algo que se utiliza cuando querés que te escuchen, como lo hizo Juan Román Riquelme al reclamar la atención de Macri cuando era presidente de Boca Juniors. Hacer eso representa que querés ser escuchado, es una forma de protesta o reivindicación. Inmediatamente después se presentaba la camiseta argentina y para los varones iba Messi, pero para las mujeres llevaron a una modelo. Esas dos cosas terminaron de generar que el movimiento feminista incluyera la lucha de las futbolistas en su agenda de prioridades y ahí se da una articulación muy interesante entre lo que sucede en las calles y lo que sucede en las canchas.
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