Llega el pin parental a las escuelas: se acabó educar en libertad
Puede parecer demasiado drástico; pero de seguir así, ninguneando y desprestigiando la labor docente lograrán que desaparezca definitivamente la libertad en educación, la autonomía de centros, la sensatez y la cordura. Esto que sigue es lo que PP, CDS y VOX planean sobre los centros andaluces enmascarado sobre una supuesta libertad de educación:
«Pin parental y libertad de educación
Ante el evidente adoctrinamiento en ideología de género que sufren nuestros menores en los centros educativos, en contra de la voluntad y contra los principios morales de los padres, a través de contenidos curriculares en asignaturas, actividades tutoriales, talleres y clases sobre ideología de género, así como una educación afectivo sexual que incumple flagrantemente el artículo 27.3 de la Constitución Española y los derechos que les asisten a estos como padres; en VOX, por tal motivo, hemos diseñado una campaña para promocionar, divulgar y poner en las manos de los padres el PIN PARENTAL.
El PIN PARENTAL es una solicitud que va dirigida a los directores de los centros educativos en los que estudian nuestros hijos, con tal instancia solicitamos a la dirección que nos informe previamente, a través de una AUTORIZACIÓN EXPRESA sobre cualquier materia, charla, taller o actividad que afecte a cuestiones morales socialmente controvertidas o sobre la sexualidad, que puedan resultar intrusivos para la conciencia y la intimidad de nuestros hijos, de tal modo que como padre o madre pueda conocerlas y analizarlas de antemano, reflexionar sobre ellas y en base a ello dar mi consentimiento o no, para que nuestro hijo asista a dicha formación.»
!Cuánto desatino! Estimados compañeros y compañeras directores y directoras, el PIN PARENTAL va dirigido especialmente a nosotros y nosotras, un dardo a la línea de flotación de la libertad, de la convivencia cuando nos enfrentemos a los compañeros y compañeros anulando y censurando actividades, a la crispación cuando recibamos a la inspección obligándonos a someternos a la norma, a la decisión de una familia que no está de acuerdo con nuestros procedimientos por considerarlos adoctrinamiento en ideología de género; y por supuesto, una medida que rompe el concepto de participación e inclusión con el entorno cercano, con la comunidad educativa, fomentando la diferencia, se acabó.
Podemos seguir callados, pero nos estaremos engañando a nosotros mismos cuando diseñemos nuestra tarea observando esta norma y dejando de lado los principios básicos de nuestra profesión: Educar en la convivencia, en la igualdad y la equidad.
Leer el resto del artículo en el blog de Miguel Rosa Castejón.