Los 17 retratos gigantes que sacudieron a un pueblito del sur de Estados Unidos
Era la tarde del sábado que esta pequeña ciudad del sur de Estados Unidos había estado temiendo. Un grupo de neonazis prometió organizar un mitin en el centro de Newnan para celebrar el cumpleaños de Adolf Hitler y manifestarse en contra de la inmigración ilegal y la remoción de monumentos alusivos a la Confederación.
Newnan se enorgullecía de su encanto discreto. Ofrecía un estilo de vida de ciudad pequeña a tan solo 64 kilómetros de Atlanta y se había ganado el apodo de “Ciudad de los Hogares” por su arquitectura antebellum, nombre que recibe el estilo arquitectónico previo a la Guerra de Secesión de Estados Unidos. Ahora, en un día de primavera en abril de 2018, un grupo de neonazis se había reunido en un parque cerca del juzgado luego de que el líder dijo que el grupo prefería organizar mítines en ciudades de mayoría blanca.
Sin embargo, resultó que solo una decena de nacionalistas blancos asistió al mitin, y el Newnan que habían imaginado ya no existía. Su población se había duplicado en menos de 20 años, atrayendo a una generación cada vez más diversa de recién llegados. Newnan estaba cambiando y muchos en la comunidad querían adoptar ese cambio de manera más abierta. Un año después del encuentro de nacionalistas blancos, Newnan montó 17 retratos de gran formato, imágenes de personas ordinarias que habitan la ciudad.
Cuelgan de lo alto de edificios de ladrillo en todo el centro de Newnan. Son retratos de Helen Berry, una mujer afroestadounidense que durante años trabajó en una fábrica de costura. Wiley Driver, un trabajador blanco que doblaba y empacaba cobijas en un molino local antes de su muerte en 2018. Jineet Blanco, una mesera que llegó a Newnan con sus tradiciones mexicanas y sus sueños. Y también estaban las hermanas Shah.
Un retrato de Aatika y Zahraw Shah con hiyabs se mostró a un costado de un edificio vacío en el centro de Newnan. Las hermanas nacieron en Georgia y habían vivido en Newnan desde 2012, después de que se mudaron desde la ciudad de Athens. Asistieron a una preparatoria local del condado. Su padre, un ingeniero, llegó a Estados Unidos procedente de Pakistán, al igual que su madre.
La reacción a su retrato fue rápida e intensa. James Shelnutt conducía por el centro cuando lo vio. “Siento que el islam es una amenaza al estilo de vida estadounidense”, dijo. “No debe haber representaciones positivas de esa religión”. Shelnutt recurrió a Facebook y animó a los residentes a quejarse. Muy pronto, la amenaza dio lugar a ataques antimusulmanes e insultos. Algunos usuarios se referían al 11 de septiembre y argumentaban que los creyentes del islam eran violentos.
Una mujer dijo que no había suficientes musulmanes en Newnan para que las hermanas Shah fueran incluidas en la instalación de arte.
Los retratos tenían como propósito ser inclusivos, acabar con las preconcepciones necias y romper la burbuja que la gente había creado dentro de la comunidad. Y así lo hicieron, pero también expusieron la manera en la que la inmigración y el cambio demográfico han transformado la dinámica racial que alguna vez definió a Estados Unidos, añadiendo nuevas capas de ansiedad a las viejas tensiones que persisten en todo el país y en pequeñas ciudades como Newnan.
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