«Nerfeadas», el documental que denuncia el machismo en la industria del videojuego
Riot Games es la compañía tras League of Legends, el multijugador online de PC más jugado en todo el mundo gracias a sus más de ocho millones de jugadores diarios. Suele copar la gran mayoría de titulares, especialmente cuando se habla de e-sports, pero durante el verano de 2018 lo hizo por una razón muy diferente: la cultura machista dentro de una empresa que permitía el acoso tanto laboral como sexual.
En la investigación publicada por Kotaku, medio especializado en videojuegos, 28 empleadas destaparon que en Riot Games dominaba un ambiente hipermasculinizado que impregnaba desde en las contrataciones sesgadas hasta en la diferencia salarial para los mismos puestos. Tras una demanda colectiva interpuesta por las afectadas, el estudio acordó pagar 10 millones de dólares por discriminación de género. Fue una victoria para la igualdad dentro del desarrollo de videojuegos, pero todavía quedan muchas cosas por hacer. ¿Cómo se ha llegado a este punto?
Para responder a esta pregunta nace Nerfeadas, una serie documental bimensual y autofinanciada creada por Marina Amores y guionizada Marta Trivi. El objetivo de ambas periodistas culturales es denunciar la desigualdad y el acoso de la industria a través de 10 capítulos en los que se apoyan en entrevistas de más de una veintena de expertas en la materia. Desarrolladoras, programadoras, ilustradoras… El amplio espectro de testimonios sirve para comprender que no se trata de un problema aislado, sino de uno universal que padecen incluso quienes llevan a sus espaldas años de experiencia.
Muchas de estas profesionales colaboraron en ¡Protesto!, un libro donde contaban en primera persona sus experiencias relacionadas con la barrera de género, aunque en determinado momento, decidieron que su mensaje tenía que ir más allá del papel. «Pensamos en esas niñas que tienen de 12 a 14 años que planean dedicarse a los videojuegos y no tienen claro cómo es este mundo. ¿Dónde está este público? En YouTube», explica Marta Trivi a eldiario.es.
Llevarlo al campo audiovisual no ha sido fácil, especialmente teniendo en cuenta la cantidad de entrevistas realizadas y los diferentes puntos a tratar. Fue como armar un cubo de Rubik al que había que dar un sentido narrativo. «En total son más de cinco horas de contenido, ya que además de las entrevistas escribí una serie de pausas para incidir en algunos conceptos. No solo queríamos hablarle a la gente del mundo del videojuego, también a aquellos interesados en él de forma periférica o interesados en el feminismo», señala la guionista.
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