Nobel de Química a dos investigadoras por desarrollar un método de edición genética
La Real Academia Sueca de Ciencias ha otorgado el Nobel de Química a la francesa Emmanuelle Charpentier y a la estadounidense Jennifer Doudna por desarrollar un método de edición genética y «reescribir el código de la vida», según expresa el tribunal en el comunicado. Las dos bioquímicas son las creadoras de la tecnología CRISPR, unas «tijeras moleculares» que alteran el ADN de animales, plantas y microorganismos.
Esta herramienta genética les valió el premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Ténica en 2015 y permite inactivar o modificar los genes con una precisión y facilidad nunca lograda anteriormente, lo que ha abierto una amplia gama de posibilidades en los campos de la biología y la medicina. «La técnica ha sido aplicada en laboratorio a células humanas y se ha demostrado en ratones que puede utilizarse para subsanar defectos genéticos. El potencial de utilizar este método como herramienta en terapia génica en humanos es inmediato», afirmó en su día la institución española.
Las tijeras genéticas CRISPR- Cas9 «han revolucionado las ciencias de la vida molecular, han brindado nuevas oportunidades para el fitomejoramiento, están contribuyendo a terapias innovadoras contra el cáncer y pueden hacer realidad el sueño de curar enfermedades hereditarias», agregó la academia sueca.
Emmanuelle Charpentier es bioquímica y microbióloga especializada en virus y una de las investigadoras más innovadoras en el ámbito de la terapia genética que en 2002 estableció su propio grupo de trabajo y que ha estado vinculada a distintas universidades de Austria y Alemania. Doudna, por su parte, doctorada en Química Biológica y Farmacología Molecular en Harvard, es profesora en la Universidad de California en Berkeley, donde también dirige la División de Bioquímica, Biofísica y Biología Estructural. Ambas investigaron el sistema inmunológico de una bacteria Streptococcus y «descubrieron una herramienta molecular que se puede utilizar para hacer incisiones precisas en el material genético, lo que permite cambiar fácilmente el código de la vida».
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