Kristen Welker, la moderadora del último debate, logró mantener el orden
Empezó con una petición de cortesía. “Por favor”, Kristen Welker instruyó a los hombres que estaban frente a ella, “hablen de uno en uno”.
La noche del jueves, Welker consiguió lo que quería la mayor parte del tiempo.
Al encargarse de un enfrentamiento de candidatos que resultó ser como un toro mecánico para el último moderador, Chris Wallace de Fox News, el suyo fue un arriesgado debut en un debate presidencial. Welker, presentadora y corresponsal de NBC, logró restaurar el orden en una institución cuadrienal que algunos creían que no podía domarse.
Sin duda, se benefició del Donald Trump 2.0: el presidente llegó al escenario el jueves con una estrategia claramente más tranquila, distanciada del candidato rebelde que descarriló el curso de los sucesos en Cleveland el mes pasado. Y tuvo una ayuda tecnológica en forma de micrófonos silenciados, una novedad pensada para evitar que los intercambios entre Trump y su oponente, Joe Biden, pasaran de la cortesía al caos.
Pero en una actuación preparada y nítida, Welker, de 44 años, tuvo éxito donde Wallace fue vapuleado. Curtida en batalla tras años de cubrir la Casa Blanca de Trump, ella esquivó al presidente y lo cortó cuando fue necesario; Trump, deseoso de despojar de la mente de los votantes los recuerdos de su pésima actuación del mes pasado, aceptó en buena medida.
Welker —la primera mujer negra en moderar un debate presidencial de elecciones generales desde Carole Simpson de ABC en 1992— entró a la noche enfrentando una avalancha de ataques de Trump, quien a principios de esta semana la llamó “terrible”.
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