Aborto en Argentina: balance de una conquista
“Resulta aprobado, se convierte en ley y se gira al Poder Ejecutivo”. Con estas palabras de la vicepresidenta de la Nación y titular del Senado, Cristina Fernández, se anunció el giro de la historia. A las 04.12 de la madrugada del 30 de diciembre de 2020, con 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención, y tras una votación de 12 horas, Argentina finalmente despenalizó y legalizó el aborto.
Y entonces el grito de la marea verde apostada en las calles de todo el territorio se hizo eco en el mundo. El aliento contenido durante décadas de batallas contra mandatos jurásicos se transformó en el remolino de esperanza de un continente. La fecha histórica que culminó una historia de desobediencias.
“Fue un día histórico porque lo ganamos con múltiples y creativas alianzas. Porque la política feminista se hace de persistencia y este gran evento legislativo confirmó la justeza de nuestro hacer y nos apodera para seguir complotándonos por todo lo que nos deben. Fue histórico porque impactará en América Latina y el Caribe”. La que habla es Ruth Zurbriggen, integrante de Socorristas en Red, una articulación federal de organizaciones que desde 2009 acompaña la demanda de abortos seguros mediante el uso de misoprostol.
Crónica de una resistencia anunciada
“Una ley no tiene el poder de mejorar la sociedad pero debe tener el poder de quitar los obstáculos que impiden mejorarla”. Natalia Ginzburg.
El contexto de pandemia atrasó los planes y recién en noviembre de este año el presidente argentino Alberto Fernández envío al Congreso un proyecto propio de ley de “Regulación del acceso a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) y a la atención postaborto”.
Una enorme porción del país esperaba el anuncio, con el mismo tesón que el resto azuzaba para posponerlo. Había sido promesa de campaña. Un compromiso público frente a la Asamblea Legislativa a principios de 2020. Y la primera vez que en Argentina un primer mandatario retomaba una gran demanda de los movimientos feministas: ampliar derechos para que todas las personas gestantes puedan decidir de manera autónoma sobre sus cuerpos.
“La legalización del aborto salva vidas de mujeres y preserva sus capacidades reproductivas, muchas veces afectadas por abortos inseguros. No aumenta la cantidad de abortos ni los promueve. Solo resuelve un problema que afecta a la salud pública”, dijo Fernández en un mensaje de video a través de su cuenta de Twitter el día de la presentación.
El Poder Legislativo en Argentina es ejercido por el Congreso Nacional compuesto por dos cámaras: la de Diputados y la de Senadores. Ambas se reúnen en sesiones ordinarias que se extienden hasta el 30 de noviembre de cada año. El Poder Ejecutivo, igualmente, está habilitado a convocar a sesiones extraordinarias con un temario a tratar. Esta facultad permitió, de refilón, que el aborto legal, seguro y gratuito quedara incluido en la agenda parlamentaria 2020.
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