La brecha salarial en una industria feminizada: cuando se paga peor a la maestra de producción que al conserje
Salario hora de una maestra de fabricación en el convenio de conservas de pescado: 8,33 euros. Se trata de la mayor categoría profesional dentro del proceso de fabricación y recae en manos de mujeres en una amplísima mayoría. Salario base de un conserje: 9,06 euros. Este puesto «sin especial responsabilidad» está ocupado en cambio sobre todo por hombres. A veces la brecha salarial entre hombres y mujeres existe, pero es difícil de mostrar. No es tan burda como pagar distinto a dos trabajadores (hombre y mujer) que ejercen el mismo puesto. Demostrar las desigualdades de género más sutiles y normalizadas es lo que se ha propuesto CCOO en su campaña ‘Pescar derechos’, que trata de desentrañar y acabar con discriminaciones de género en la industria del pescado.
El sindicato ha presentado este jueves la campaña, acompañada de un estudio que analiza la brecha salarial en el sector mediante una valoración neutra de los puestos de trabajo. Eva Perujuániz, socióloga de la Federación de Industria de CCOO y responsable del informe, ha explicado en qué consiste esta «valoración neutra»: se trata de medir de manera objetiva el valor de los puestos de trabajo, como recomienda la UE y siguiendo la guía del Instituto de las Mujeres.
A través de cuatro grandes factores (conocimientos y aptitudes; responsabilidad; esfuerzo, y condiciones de trabajo), compuestos por varias categorías, la metodología asigna unos puntos a cada una de ellas y permite obtener un valor cuantitativo que «mide» un determinado puesto. La intención del sindicato es que este método sea utilizado en los planes de igualdad de las empresas del sector y ayude a aflorar discriminaciones ocultas y normalizadas.
«La desigualdad salarial viene de una vieja inercia que hay que combatir de forma taxativa», ha destacado Unai Sordo, secretario general de CCOO, en la presentación de la campaña. Sordo ha recordado que la industria del pescado ha sido un oficio desempeñado históricamente por mujeres y que esto explica en parte sus bajas remuneraciones hoy en día. De las mujeres, pero también de aquellos hombres que se dedican a ella. «Los salarios en este sector se percibían como una especie de complemento salarial para las familias, un complemento del salario de los hombres», ha recordado.
De la categoría profesional a los complementos
Gracias a la información de los convenios colectivos de la industria del pescado y de 340 encuestas a trabajadores del sector, el sindicato detecta varios focos de discriminación salarial. En primer lugar, la asentada en las categorías profesionales. Esa maestra de fabricación –a la cabeza de este proceso gracias a su experiencia y especialización en la tarea fundamental de la industria– que gana menos que el conserje.
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