Felipe Lecannelier: “Cuanto más machista y enfocado en la productividad económica sea un país, peor salud mental tendrán sus niños”
La polémica que la semana pasada protagonizó el diputado del PP Carmelo Romero al gritar “¡Vete al médico!” a Iñigo Errejón, ha situado, de nuevo, la salud mental en boca de la opinión pública. El doctor en Psicología Infantil Felipe Lecannelier, experto en apego y desarrollo infantil, explica desde Chile la importancia de colocar la salud mental al centro, el impacto de la pandemia en los niños, niñas y adolescentes (NNA) y los principales desafíos de las sociedades adultocéntricas. Su propuesta pasa por “darle la vuelta” tanto al sistema educativo formal como al modelo de crianza y, para ello, propone la metodología A.M.A.R. (Atender, Mentalizar, Automentalizar y Regular).
¿Sigue siendo un tabú hablar de salud mental?
Casi todas las sociedades niegan la salud mental y el trauma por dos razones. La primera porque, sobre todo en Europa, hay una concepción del ser humano como alguien racional, equilibrado, educado, controlado. Entonces se abre la caja de pandora porque la mayoría de la gente se deprime, se descontrola, tiene ataques de ansiedad. La salud mental le pone una cuota negativa a la concepción del ser humano que tenemos desde el siglo XVIII de que los hombres no son racionales, no son maduros, hacen cosas completamente ilógicas. Ha habido un intento de enterrar la salud mental porque va en contra de esta visión de lo que creemos que somos; porque hay un miedo al cambio de concepción que tenemos del ser humano. Esta es una razón más distal e histórica.
¿Y la segunda razón?
Tiene más que ver con el presente y se relaciona con esa tendencia de cuidarse solo, de que ir al psicólogo es una demostración de debilidad. En Chile tenemos varios estudios que demuestran que somos un país internalizante, es decir, que nos guardamos mucho las cosas, no expresamos lo que sentimos, los niños no pueden llorar, no pueden gritar. Tenemos datos desde los 0 a los 18 años que indican que la infancia chilena vive la procesión por dentro. Este fenómeno engloba también la idea de poder resolver las cosas por sí mismos, de hecho, estamos dentro de los países más individualistas del mundo.
¿En salud mental infantil este tabú o estigma es más fuerte?
Ahora este es un tema más requerido. Muchas veces son los propios colegios que piden a los padres que lleven al niño al doctor porque se mueve mucho o porque se pelea. El colegio se ‘preocupa’ porque le molesta la conducta del niño. También hay una presión de los padres, que se han creado expectativas propias para que el niño sea un pequeño ilustrado del siglo XVIII: que hable bien, que camine bien, que se saque buenas notas, etc. Siguiendo con el ejemplo de Chile, la presión es para que las personas no se depriman, no lloren, no caigan con los problemas para no afectar a la productividad del trabajo y las metas económicas de un país profundamente capitalista.
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