Cuidados más allá de la maternidad: así son para gitanas, musulmanas o mayores LGTB
Mucho se está hablando de los cuidados en el último año. Cuando por culpa de la crisis sanitaria producida por la covid-19 se paró la producción, se vio de forma más clara que nunca lo que realmente era esencial. Los sectores llamados «esenciales» están estrechamente relacionados con los cuidados, cuidados entendidos de una manera amplia y completa: cuidados para tener las necesidades básicas cubiertas, para no morir. Alimentación, limpieza, sanidad, atención y soporte. Antes, la vista solo alcanzaba hasta los cuidados de los menores a cargo, pero poco a poco, la pirámide poblacional invertida dio paso a hablar de la economía de los cuidados. Solo cuando la atención sociosanitaria de las personas mayores se empezó a monetizar, se le empezó a dar la importancia que hoy día tiene.
Pero, ¿los cuidados van más allá de la dependencia o la maternidad? «Cuando tú estés enfermo o vayas a dejar este mundo, necesitarás a alguien: igual es tu amigo, los hijos de tu vecina…», afirma María Llopis, autora del libro La revolución de los cuidados, (Txalaparta, 2021). La artista y activista entabla conversaciones en esta obra con mujeres muy diversas en torno a qué es cuidar, sobre todo después de su experiencia como madre. «Aprendí a cuidarme a mí misma porque tendía a perderme a mí misma», comenta y asegura que «es el mito de la madre abnegada y que lo que genera es cansancio, resentimiento y dolor. Aunque sea de forma inconsciente, le afecta al crío también». Un mal punto de partida en la relación madre-padre-hijo-hija, pero también en otras, como cuando cuidamos de los padres mayores, de una persona dependiente e incluso en una relación amorosa. «No sirve de nada decirle a tu hijo que luego sea feminista si te ve borrada a ti misma por los ciudadanos. Lo haces desde un lugar del amor, pero las consecuencias son peligrosas», indica.
En esas conversaciones o entrevistas, Llopis trata temas como la crianza en una relación poliamorosa, la llamada «consciente» o el negocio de la maternidad. También otras maternidades como la de los menores extranjeros no acompañados. Sobre ello habla Lamiae Abassi. Es fundadora de Exmenas Madrid y aunque no es madre, hace un poco de ello o de hermana mayor con los jóvenes tutelados. «Al principio, nosotras hacíamos los acompañamientos, pero cada vez que les ofrecíamos sitios donde podían ir a pedir ayuda, les enviábamos a esta gente y esta gente les fallaba, y teníamos la sensación de que las que les fallábamos éramos nosotras, porque, a fin de cuentas, éramos las que les dábamos la idea de ir a ese lugar. Y nos dijimos: ¿Por qué no lo hacemos nosotras?».
Los cuidados, más allá de la maternidad
Otra de las muchas caras de los cuidados que hoy en día son necesarios no están tan visibilizados como creemos. Es el caso de las personas mayores. Desde los colectivos que se manifiestan contrarios a la institucionalización de los cuidados, el tutelaje de las personas no por sus capacidades sino solo por su edad, hasta el terror vivido en las residencias por las numerosas muertes por covid. Cada vez más, los que llegan a una edad avanzada están dispuestos a tomar más decisiones y exigir los cuidados que se merecen.
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