Cómo hacer que la búsqueda de empleo sea 100 % inclusiva
Incluir a personas con discapacidad es hoy una obligación para las empresas de más de 50 trabajadores. Sin embargo, y a pesar de los avances, muchos de ellos continúan en situación de desempleo: en 2019, la inserción de las personas con discapacidad en España era del 25,9 %, frente al 66,9 % de las personas sin discapacidad, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Una cifra claramente inferior a los datos globales, que hablan de un 49 % de desempleo en un colectivo que incluye a unos mil millones de personas en todo el mundo. Por tipos de discapacidad, las personas con deficiencias auditivas presentaron la mayor tasa de actividad (un 56,8 %), mientras que aquellos con discapacidad intelectual se situaron en el otro extremo (27,8 %).
En España, la ley exige a las empresas mencionadas un mínimo del 2 % de empleados con discapacidad, a fin de garantizar que se considere a todas las personas que puedan cumplir con las expectativas de un puesto de trabajo más allá de su sexo, raza o grado de discapacidad. “El no limitarse es en sí ya un beneficio, porque supone que las compañías buscarán entre todos los aptos para el puesto, y puedan encontrar al mejor candidato posible entre el 100 % de las opciones”, afirma Eduardo Jáuregui, CEO de Irisbond, una startup tecnológica de origen vasco pionera en tecnologías de apoyo. Pero las empresas también acceden a ventajas fiscales, que incluyen bonificaciones de entre 4.500 y 6.300 € al año por cada trabajador con discapacidad con contrato indefinido, aportaciones de hasta 900 euros para adaptar el puesto de trabajo y deducciones de la cuota íntegra del impuesto de sociedades.
Se ha avanzado, sí, pero queda mucho por hacer. Porque, para que el mercado laboral sea 100 % inclusivo, debe incorporar también a otros colectivos en situación de riesgo, como el de los mayores de 45 o 55 años: “El 26 % de las ofertas de trabajo, por ejemplo, sigue recogiendo de forma explícita el criterio de la edad, y en otros casos, aun sin especificar una franja concreta, buscan personas jóvenes, cuando lo que en realidad quieren es un profesional vital y dinámico, atributos que no están vinculados al año de nacimiento”, asegura Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.
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