La mejor economista española menor de 40 años: «Sin una universidad pública y de calidad, no estaría aquí»
Sentada en una clase de la prestigiosa universidad MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts), Mónica Martínez-Bravo vio reflejada la infancia de sus padres en las explicaciones sobre pobreza en países como India y Guatemala de los Nobel de Economía Esther Duflo y Abhijit Banerjee. La investigadora ha sido reconocida con uno de los premios nacionales más destacados en su campo, de la Fundación Banco Sabadell, y su discurso de agradecimiento se ha propagado una y otra vez estos días por las redes sociales. Entre otras cosas, por su relato de la igualdad de oportunidades en primera persona. Pero también por su voluntad de investigar las barreras que entorpecen todavía la vida de los más humildes.
Su discurso en la recepción del premio a la mejor investigadora económica de la Fundación Banco Sabadell ha tenido una gran repercusión en redes sociales. El otro día la propia vicepresidenta Nadia Calviño la felicitaba en Twitter. ¿A qué cree que se debe esta acogida?
La verdad es que me ha sorprendido un poco. Creo que sorprende la trayectoria personal cuando no es la habitual. Porque hay personas de entornos humildes que llegamos al mundo académico, pero estamos muy lejos de ser la mayoría. El discurso también explica por qué he investigado lo que he investigado y cómo esto se ha nutrido de mi trayectoria.
Otro elemento que ha llamado la atención ha sido poner el dedo en las cosas que desde la ciencia económica creo que se deben mejorar. Es una disciplina que ha evolucionado mucho, aunque muchas veces es acusada injustamente de inmovilismo. Pero bajo mi punto de vista se ha evolucionado y ha habido personas que han ganado premios nobeles y otros muy reconocidos que han dicho «oye, que esto no lo estamos teniendo bien en cuenta, vamos a considerarlo».
En sus palabras de agradecimiento abordó la igualdad de oportunidades desde la propia experiencia. ¿Cómo se llega al MIT y a dar conferencias en Harvard siendo una niña criada en un barrio obrero de Barcelona?
La clave para mí fue el acceso a la universidad pública de calidad. Las dos palabras, «pública» y «calidad», son muy importantes y sin cualquiera de las dos no estaría aquí. Es obvio que sin educación pública no hubiese tenido acceso a nada, pero creo que una universidad pública de mala calidad tampoco me hubiese llevado a ningún sitio.
Respecto a esto último creo que falta pedagogía en la sociedad española. Estamos muy enfocados en que las tasas sean baratas, y claro que es importante, pero no percibimos el coste de que haya una educación con profesores desmotivados, que te expliquen el temario de hace dos décadas, con lo cual hace que internacionalmente no vayamos a tener ninguna oportunidad… La calidad universitaria es fundamental y creo que no es tan conocida.
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