Asignatura de violación
«El profesor dijo que me aprobaría si tenía sexo con él. Me resistí, pero logró violarme» (Fatmata, 15 años, Sierra Leona). «Papá, te lo quería contar, pero temía que me castigaras. Siempre que voy al colegio, el profesor me desnuda» (Khadija, 13 años, Senegal). «En los exámenes, se quedaba de pie, a mi lado, me tocaba el pecho y me acariciaba el pelo» (Diara, 15 años, Sierra Leona). «Cuando la clase se quedaba vacía, se acercaba a mí y me violaba. Me quedé embarazada y tengo un niño de un año» (Aissatou, 15 años, Senegal).
No hay recreo en el colegio para esta cifra de matemáticas tortuosas: 60 millones de niñas y 29 millones de niños son abusados sexualmente cada año en la escuela o sus alrededores en algún lugar del mundo. Profesores, alumnos mayores o personal masculino ejercen su poder y someten con violencia física o psicológica, humillaciones y abusos a cuatro niñas cada segundo. Más de 240 millones de pequeñas, de críos y de adolescentes víctimas de alguna forma de violencia en las aulas, los cuartos de baños, los gimnasios y hasta las casas de los maestros.
Los datos son de Plan Internacional, una organización de cooperación y ayuda humanitaria que trabaja en los derechos de la infancia y la lucha contra la pobreza infantil. Su último informe sobre violencia de género en el entorno escolar habla de actos que «rara vez se denuncian y se castigan» y que, entre otras cosas, provocan en las víctimas «trauma, embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y abandono escolar».
El informe está lleno de palabras de víctimas que lo dicen todo: miedo, intimidación, amenazas, acoso, abuso, desnuda, tocamientos, pegar, violación, venganza…
Aunque los datos del dossier y algunos de sus estudios se refieren a muchos países de América Latina, África y Asia, Plan Internacional ha entrevistado personalmente a niñas y jóvenes en Senegal y Sierra Leona para ilustrar su último informe sobre violencia machista en la escuela, la peor asignatura del mundo.
Hablamos de «notas a cambio de sexo«, del «derecho del señor» o del traslado de las niñas a zonas apartadas del colegio para violarlas si quieren superar un suspenso: «El pago de arbusto«.
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