Érase una vez una antiprincesa
La escritora Clara Janés se lleva las manos a la cabeza al pensar que las niñas de su época, los cincuenta, y las de hoy tienen en común el desconocimiento de las mujeres que han escrito la historia, que han hecho aportaciones fundamentales a la sociedad, a la ciencia, a la cultura. “En mi generación sabíamos de Cleopatra y poco más, pero es que seguimos así”, señala la autora de Guardar la casa y cerrar la boca (Siruela), revelador ensayo que permite escuchar muchas voces silenciadas.
¿Qué pasaría si se reescribieran los libros de texto añadiendo la parte que falta, la femenina? Esta es una pregunta oportuna en un presente en el que, pese a la lucha por la igualdad, no se han superado los prejuicios de fondo entre los sexos. Tal vez por eso en el siglo XXI las niñas siguen queriendo ser princesas en escenarios decorados de rosa o modelos a imitación de Barbie. “Las princesas funcionan como representaciones de la feminidad decorativa, dulce y doblegada por el imperativo del amor romántico heterosexual como meta primordial”, argumenta Maite Garbayo, doctora en Historia del Arte por la Universidad del País Vasco, especialista en cultura visual desde perspectivas feministas. “Esta feminidad inocua, sumisa, dependiente, sigue primando en nuestra sociedad y es transmitida a las niñas a través de ámbitos diversos”, prosigue, apuntando al consenso social alrededor de todo ello, como “caldo de cultivo inmejorable para la perpetuación de la violencia machista”.
Llegados a este punto, sorprende gratamente descubrir en las librerías iniciativas que asumen el reto de mostrar a mujeres capaces de saltar por encima de los roles establecidos, de apostar por la singularidad frente a la uniformización. “Buscando un cuento para mis sobrinas me encontré con La bella durmiente y pensé que sería genial hacer otro tipo de relatos que hablaran de mujeres de verdad, valientes y soñadoras”, señala María Isabel Sánchez Vegara, autora de las historias dedicadas a Frida Kahlo, Coco Chanel, Audrey Hepburn y Amelia Earhart en la colección Pequeña & Grande de la editorial Alba, que promete nuevas entregas sobre Agatha Christie, Marie Curie y Ella Fitzgerald.
Leer el artículo completo en El País.