Documental El Remolino: la lucha de género en una comunidad de Chiapas
Esther y Pedro son dos hermanos que viven en Chiapas y tienen un reto doble: luchar contra los estereotipos de género asignados por su apariencia y sortear las adversidades de la naturaleza que condicionan la vida de la comunidad. Conoce el documental El remolino (The Swirl).
«Yo voy a quedarme aquí, voy a demostrarme a mí misma que voy a salir adelante», dice Esther a bordo de una lancha que la transporta diariamente por El Remolino, una pequeña comunidad junto al río Usumacinta, Chiapas, que se ve afectada cada año por fuertes inundaciones.
La capacidad de adaptación del ser humano ante las condiciones de la naturaleza y la lucha constante por romper las morales arraigadas dentro de una comunidad, son las situaciones que aborda El Remolino, documental de Laura Herrero Garvín, que muestra la vida de dos hermanos Esther y Pedro, ambos viven una lucha social y de género dentro de su comunidad.
«Para ellos la vida es como un remolino que da vueltas en el viaje de sus ciclos internos y del gran ciclo de la naturaleza; es por eso que las temporadas de lluvia son el claro reflejo de vida de estos personajes”, comenta Herrero Garvín, guionista y directora de este documental que se estrenó en abril de 2016 en el Festival Ambulante.
Una mujer que lucha contra estereotipos
Esther tiene 37 años. Ella no pudo estudiar, por eso trabaja por conseguir mejores oportunidades para sus hijos. Mantiene una lucha constante contra los estereotipos de género que existen en su comunidad, logrando romper los esquemas de lo que significa ser mujer dentro del núcleo familiar. Es madre, tiene una tienda y vende productos por catálogo. Le gusta compartir su mundo a través de una pequeña cámara que consiguió a cambio de bonos.
Esther se dedica a trabajar la tierra. “Es una mujer que hace demasiado para ser mujer, es buena madre, quiere avanzar en sus estudios y es empresaria, siempre sobresale, por estas razones es vista como si fuera un hombre», comenta Anaïs Vignal, productora de este documental que en octubre se presenta en el Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México (DocsMx).
«Me dicen que soy hijo del diablo»
Pedro es un campesino de 47 años que defiende su identidad sexual. Vive con sus padres y tiene una devoción inmensa por sus animales. Desea casarse y adoptar una hija. Desde muy joven fue criticado y violentado debido a su condición de género.
«A los 15 años empezó a caracterizarse: se perforó los oídos, se empezó a maquillar y a demostrar socialmente su preferencia sexual a pesar de la exclusión», comenta Vignal.
«Es el jornalero al que todo mundo contrata para hacer los trabajos más duros del campo, pero también le gusta maquillarse y salir con sus amigas», comenta Herrero. Su padre, Don Edelio, considera que Pedro «está poseído por el diablo».
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