India crece sin contar con sus mujeres
Women at Work – Teaser from Laura Seoane on Vimeo.
A Gangamma y al resto de las mujeres de Bhalapatti, un pequeño pueblo del sudeste de India, les costó años convencer a sus maridos de que tenían el mismo derecho que ellos a trabajar. “‘Para qué queréis trabajar?’, nos preguntaban, ‘es mejor que os quedéis en casa con los niños, no es bueno que salgáis fuera’. Lo que ellos no entendían es que nosotras también podíamos ganar nuestro propio dinero y contribuir”. Gangamma gesticula con vehemencia mientras cuenta su historia. Su marido asiente en silencio, a su lado.
Por suerte, los hombres de Bhalapatti entraron en razón, y permitieron que Gangamma y muchas otras de las mujeres que viven en esta pequeña aldea en el estado de Andhra Pradesh obtuvieran un empleo y empezaran a comprar y vender su propio ganado. Además, muchas se organizaron en pequeñas asociaciones de apoyo mutuo, los sanghams, que les ofrecen un espacio seguro para compartir sus problemas, debatir acerca de sus familias y negocios y acceder a microcréditos. Poco a poco, las familias ahorraron y expandieron sus pequeñas granjas. Y ahora, esta aldea se ha convertido en un ejemplo para toda la región. Todos los habitantes tienen trabajo, todos los niños y niñas van a la escuela, y han salido del círculo vicioso de la pobreza, de depender únicamente del sueldo de los maridos, y de trabajos en el campo mal pagados.
Según la Organización Mundial del Trabajo, solo el 27% de las mujeres indias trabaja. Se trata de una de las tasas más bajas del mundo (la media global es del 50%), y la más baja entre las economías emergentes. Además, esta cifra no ha parado de bajar en la última década, Únicamente otros nueve países tienen cifras por debajo del 30%. La mayoría están en Oriente Medio: Irán, Irak, Jordania, Líbano, Libia, Mauritania, Arabia Saudí, Siria, Túnez y Turquía.
El caso de India es significativo porque, además de considerarse un régimen democrático consolidado, y el que pronto será el país más poblado del mundo (se estima que supere a China en número de habitantes en el año en 2022), es uno de los motores de la economía global. La economía india lleva creciendo desde 2003 a un ritmo superior al 5% anual. Y las previsiones del Fondo Monetario Internacional anunciadas en abril de 2017 son optimistas: India liderará el crecimiento de los países emergentes en 2017, con un aumento del 6,8% que llegará al 7,7% en 2019. Todo ello a pesar de la demonetización puesta en marcha por el primer ministro Narendra Modi en noviembre de 2016, que ha ralentizado la economía. Tradicionalmente, a medida que la economía de un país crece, la participación de las mujeres aumenta. Pero en India se da el caso contrario: mientras la economía se ha robustecido durante los últimos 15 años, la incorporación de las mujeres al empleo ha caído de manera continua.
Women at Work es un proyecto documental que explora las causas detrás de este escaso número de trabajadoras indias, y cómo estas cifras no reflejan la realidad del empleo informal y doméstico. A través de distintos formatos (vídeo, foto y texto), el proyecto retrata la vida de mujeres que trabajan en sectores tan diversos como la construcción, la agricultura o la informática. Women at Work también muestra cómo muchas de ellas están luchando por cambiar las rígidas normas sociales que durante décadas las han relegado al papel de ciudadanas de segunda categoría.
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