El movimiento feminista y las políticas de igualdad
Por primera vez en muchos años la ilusión se ha instalado en sectores de la sociedad y también por primera vez mucha gente está soñando con otras formas de hacer política y con erosionar esas viejas maneras de gestionar lo público, en el mejor de los casos para la ciudadanía, pero sin la ciudadanía.
Me gustaría que estas palabras diesen entrada a una cuestión que ha estado presente en la vida política española desde que en el año 1983 se crease el Instituto de la Mujer y se pusiese al frente de ese organismo a Carlota Bustelo, una persona cualificada para esa responsabilidad y de firmes convicciones feministas. Ese momento histórico, en el que se funda el Instituto de la Mujer, marca el inicio de las políticas institucionales de igualdad.
Mi preocupación ante este nuevo escenario político que se está gestando desde hace pocos años es quién va a diseñar y aplicar las políticas públicas de igualdad entre hombres y mujeres, que tan persistentemente se ha ocupado de desmantelar la derecha española. No es una preocupación irrelevante a la vista de lo que ha ocurrido a lo largo de la democracia en España. Y me explico: en múltiples ocasiones se ha puesto al frente de los organismos de igualdad municipales, autonómicos y centrales a personas que no eran expertas en políticas de igualdad, que apenas sabían de la existencia del movimiento feminista en nuestro país, que desconocían que fue el feminismo quien puso en el centro del escenario social y político la desigualdad de género o la violencia contra las mujeres y que, además, gestionó las primeras casas de acogida a mujeres maltratadas o puso en funcionamiento los primeros centros de salud sexual y reproductiva. En esa primera época de la democracia, el poder político no tenía en su lista de prioridades las necesidades y los intereses de las mujeres y fue, precisamente, por eso que el movimiento feminista asumió algunas de las funciones que le correspondían al estado.
Leer el artículo completo de Rosa Cobo Bedia en El Diario.