La desigualdad en números
Su primera lucha por la igualdad la dio en su casa, de pequeña, para que sus padres no hicieran diferencia en las tareas que debían hacer los hermanos varones y las mujeres.
Ese tal vez podría ser el germen de lo que hoy es motor de sus ideas. La necesidad de considerar los trabajos que históricamente han hecho las mujeres, las tareas domésticas y de cuidados (de niños/as, ancianos/os), la base de la economía.
Hoy Elisabeth Klatzer es asesora de transversalidad de género para la Cancillería Federal de la República de Austria y forma parte de la Red Europea de Presupuestos Sensibles al Género, organismo creado en 2006 en el que participan más de 27 países europeos. Es máster en Administración Pública por la Universidad de Harvard, doctora en Economía, con una tesis sobre la experiencia internacional y metodologías de la presupuestación con perspectiva de género.
Desde 2013, en Austria, el gobierno tiene la obligación de conseguir objetivos de igualdad real en las políticas presupuestarias. Hoy en todos los niveles –nacional, regional, local– se trabaja en ese sentido. Cada ministerio tiene que plantear en sus presupuestos unos objetivos basados en los resultados y por lo menos uno de estos tiene que estar ligado a la perspectiva de género. Deben identificar donde están las desigualdades en su área y hacer algo para solucionarlo.
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