La lucha contra la violencia de género, prioritaria en los proyectos de cooperación de Zaragoza
El Consistorio comenzó en 2003 a trabajar en Nicaragua, de la mano del hermanamiento de León- Zaragoza, con los recursos técnicos de la Casa de la Mujer. En 2008, se empezó a desarrollar un trabajo de prevención, un programa en el que se ha profundizado en los últimos meses, atendiendo y ampliándose a otras líneas de actuación más novedosas: la incorporación de la mujer a oficios habitualmente desempeñados por hombres; el trabajo con nuevas masculinidades, a través de la sensibilización de hombres y niños en las comunidades rurales; con la puesta en marcha de las promotoras comunitarias; y continuando con los talleres y cursos de formación y oportunidades para emprender pequeños negocios, entre otros.
El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha visitado varias comunidades en León (Nicaragua) donde se han desarrollado los proyectos y ha asegurado que el Consistorio “continuará apostando, tanto en Zaragoza como en el ámbito de la cooperación, por la igualdad de la mujer y la lucha contra las violencias machistas”.
Uno de los últimos proyectos desarrollados por el Ayuntamiento de Zaragoza en la zona ha consistido en la implantación del modelo de atención directa a las mujeres víctimas de violencia de género en las áreas rurales, a través de la figura de las promotoras comunitarias. Actualmente, trabajan 25 equipos formados por una psicóloga, una abogada y una trabajadora social, y cubren toda la zona rural de León. Estos equipos visitan las comunidades rurales para realizar un acompañamiento con las mujeres víctimas de violencia de género que deciden denunciar y posteriormente realizan un trabajo de desarrollo personal y atención psicológica. Al mismo tiempo, sus visitas periódicas permiten el trabajo preventivo, haciendo un especial hincapié en los niños y adolescentes.
Desde la organización Mery Barreda, experta en el trabajo preventivo comunitario y contraparte del Ayuntamiento de Zaragoza sobre el terreno, señala que el reto está, después de haber conseguido el acompañamiento jurídico, psicológico y social, en la intervención familiar. La prevención de embarazos en la adolescencia, el cumplimiento del derecho a la niñez y la adolescencia y el empoderamiento económico son otras de las líneas de trabajo que se están comenzando a desarrollar de la mano de la organización Mery Barreda.
Leer el artículo completo en Arainfo.