Oprah Winfrey: “El momento ha llegado”
Habló de racismo y acoso sexual. Provocó lágrimas y rabia. Dejó carne de gallina, y palabras para el recuerdo. Reese Witherspoon la presentó así: “Cuando Oprah habla, todo el mundo se para y escucha”. Enseguida, Winfrey subió al escenario a recoger el premio Cecile B. DeMille a toda una carrera. Empezó su discurso. Y, en efecto, los Globos de Oro parecieron detenerse y entregarse a la presentadora, actriz y productora. El momento en que Winfrey se plantaría ante el micrófono estaba rodeado de enormes expectativas. Y estuvo a la altura de todas. Tanto que algunos hasta se apresuraron a postularla para la próxima carrera presidencial, mientras las redes sociales inauguraban la campaña #Oprah2020. Poco después, dos amigos de la presentadora ya contaban a la CNN que sí, «se lo está pensando».
“En 1964 era pequeña y estaba sentada en suelo de linóleo de la cocina de mi madre, viendo como Anne Bancroft entregaba el Oscar al mejor actor. Dijo cinco palabras: ‘El ganador es Sidney Poitier’. Nunca había visto que se homenajease a un hombre negro así. He intentado explicar muchas veces qué significa eso para una niña, justo cuando mi madre regresaba, agotada, de limpiar casas”, empezó Winfrey. Más de medio siglo después, allí estaba ella. Sobre un escenario, adorada, recogiendo un galardón. Para dar el ejemplo que recibió aquel día: “Por supuesto habrá ahora alguna niña que ve cómo soy la primera mujer negra en ganar este premio [se entrega desde 1952]. Es un honor y es un privilegio compartir la noche con todas ellas”.
“Hablar de la verdad es la herramienta más poderosa que tenemos. Me siento inspirada y orgullosa por las mujeres que se han sentido fuertes como para compartir sus experiencias”, continuó Winfrey. Quiso recordar que tal vez Hollywood haya sido un infierno de abusos y ahora un megáfono para combatirlos, pero el problema es global y a 360º: “Afecta a razas, religiones, partidos. Gracias a todas las mujeres que han aguantado y soportado años de acoso. Como mi madre, tenían hijos que alimentar y facturas que pagar y sueños que hacer realidad. Son las mujeres cuyos nombres nunca escucharemos: limpiadoras, agricultoras, científicas, empresarias, deportistas, soldados”.
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