Juezas y jueces no sentencian igual en materia de igualdad
¿Existe algo así como una cierta ‘sororidad jurídica’? ¿Pueden jueces y juezas llegar a sentencias diferentes después de analizar las mismas pruebas? ¿Tiene esto alguna relevancia en casos que afectan a la igualdad y a la libertad en materia de sexo, género u orientación? ¿Se puede cuantificar el efecto causado por la masculinización del sistema judicial?
Diferentes estudios han tratado de dilucidar en las últimas décadas si las juezas y los jueces son capaces de dictar sentencias similares, con independencia de sus sexos, o si en determinados casos, como la reciente y polémica sentencia de ‘La Manada’, la hipermasculinización histórica de la justicia puede estar afectando al sentido de ciertos fallos y, en definitiva, penalizando a las mujeres víctimas de ciertos delitos.
Una de las investigaciones más recientes y completas es la de Christina L. Boyd, profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de Buffalo. Su artículo, publicado en el American Journal of Political Science, utilizaba un sofisticado sistema de regresión estadística para depurar otros factores que pudieran generar sesgos, como la edad o la orientación política de jueces y juezas. Su idea era la de responder a dos preguntas interesantes.
La primera, si en efecto jueces y juezas juzgan de manera diferente; la segunda, si los jueces varones cambian su forma de juzgar en caso de que haya una mujer jueza en el mismo tribunal. Después de escrutar miles de sentencias, Boyd y sus colegas detectaron que las juezas y los jueces sentenciaban de manera similar en 12 de las 13 áreas legales que analizaron. Sin embargo, curiosamente, los casos donde sí había diferencia eran, precisamente, las denuncias de acoso sexual.
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