Conversación entre Alexandria Ocasio-Cortez y Greta Thunberg: «La esperanza es contagiosa»
Alexandria Ocasio-Cortez llega un poco tarde a la sala de juntas que hay en las oficinas de su distrito electoral del barrio neoyorquino de Queens. Uno de sus asesores se pregunta si el retraso habrá sido por uno de los muchos votantes que siempre hay acechándola por los pasillos («hay mucho entusiasmo por conocerla personalmente»). Greta Thunberg está en casa, en Suecia. Está esperando detrás de su padre a que termine de probar la tecnología para la videoconferencia.
Ocasio-Cortez y Thunberg no se han encontrado ni se han hablado antes pero, como dos de las activistas contra el cambio climático más famosas del mundo, son perfectamente conscientes la una de la otra. Thunberg, que hoy tiene 16 años, saltó a la fama en 2018 por faltar a la escuela todos los viernes para protestar frente al Parlamento sueco por la falta de acción política ante la crisis climática. Su activismo desencadenó el movimiento de huelgas escolares Juventud por el Clima que millones de niños y niñas han seguido por todo el mundo.
Ocasio-Cortez tiene 29 años y es la congresista más joven en la historia de Estados Unidos. Su nombramiento en 2018 para el distrito electoral 14 de Nueva York representó un quiebre en las leyes tradicionales de la política: le ganó a un candidato que ya estaba en el cargo y que contaba con un amplio respaldo financiero. Aunque parezca mucho más tiempo por la cobertura generada, Ocasio-Cortez lleva menos de un año como congresista. En febrero presentó en la Cámara de Representantes un Green New Deal que, entre otras cosas, propone llegar en 10 años a la huella de carbono cero, «una transición completa para abandonar los combustibles fósiles», y la rehabilitación de todos los edificios de Estados Unidos para cumplir con las nuevas normas de eficiencia energética.
Apoyado por los candidatos demócratas a la presidencia Elizabeth Warren, Kamala Harris y Amy Klobuchar, su Green New Deal fue derrotado por los republicanos en el Senado y desdeñado por la presidenta de la Cámara, la demócrata Nancy Pelosi. «El sueño verde o como quiera que lo llamen», dijo sobre él. Pero a Ocasio-Cortez, como a Thunberg, las críticas le dan ese tipo de energía que le han permitido generar 4,41 millones de seguidores en Twitter y de poner muy nerviosos a los políticos del establishment que se cruza en su camino.
Ocasio-Cortez y Thunberg conversan sobre sus experiencias como personas desacreditadas por su edad, de lo preocupados que deberíamos estar por el futuro y de las mejores tácticas para el activismo. La demócrata habla con su ingenio y brillantez habitual que, en comparación con los rodeos clásicos del discurso político, resulta sorprendentemente directo. Al otro lado, Thunberg demuestra una seguridad en sí misma y una elocuencia fenomenales. Está bien informada y emplea un inglés reflexivo y deliberado para conversar con una representante electa que prácticamente la dobla en edad.
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