Así es la carrera desigual en el fútbol: «Muchas mujeres lo compaginan con otros trabajos para llegar a fin de mes»
El fútbol femenino ha llegado para quedarse. Tras décadas de invisibilidad, durante las cuales las mujeres han tenido que demostrar el triple para que se televisen sus partidos, ellas empiezan a ser referentes. Sin embargo, las profesionales carecen aún de convenio y las desigualdades laborales entre clubes son abismales. La carrera de una futbolista está llena de obstáculos y eso lo sabe bien María José Pérez, jugadora del Garandilla Egatesa, el equipo de Tenerife que compite en la Primera División. Aunque asegura que sus condiciones son buenas, está a favor de la huelga que previsiblemente iniciarán las jugadoras en los próximos días. Y es que, muchas mujeres «tienen que compatibilizar el fútbol con otros trabajos para llegar a fin de mes».
María José Pérez tiene 35 años y se siente agradecida a su club porque considera que su contrato le aporta una tranquilidad en esta etapa final de su carrera deportiva. «No vivo con lujos», señala, pero sí «bien» y con la garantía de que «estoy cotizando y tendré paro». No obstante, en su carrera recuerda que ha tenido momentos difíciles. Cuando comenzó, lo compaginaba trabajando de camarera en un hotel y en diez años que ha trabajado fuera de la isla como profesional del fútbol ha contado con salarios mínimos. «Imagínate que te vas a Barcelona con 600 euros, eso no da para vivir allí». Además, el hecho de compaginar trabajos repercute en que las deportistas puedan sufrir bajas. «Las lesiones te llegan mucho más fácil porque no comes bien y el cuerpo llega a un límite», señala la veterana delantera, que considera que el fútbol debería ser un trabajo en el que puedas rendir a un nivel óptimo porque, «al final, si tu no descansas, no puedes rendir igual y trabajando llegarás cansada a los entrenos, viajes y partidos».
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