Marian Moreno: «El veto parental de la ultraderecha es un ataque directo a los derechos de los niños y niñas»
El pasado viernes el Gobierno inició el procedimiento para exigir a Murcia que retire la norma que permite a los padres vetar actividades en los centros educativos que contravengan sus creencias morales, ideológicas o religiosas. El llamado por Vox ‘pin parental‘ ha desatado una guerra en la región y una firme oposición de los colectivos educativos, feministas y LGTBI y del propio Ministerio de Educación, que recurrirá estas instrucciones en caso de que Murcia no atienda al requerimiento enviado.
Tras haber intentado introducirlo en otras autonomías, Vox finalmente ha logrado allí, junto a PP y Ciudadanos, consagrar el ‘pin parental’, aunque no blindarlo por ley. Marian Moreno, filóloga, experta en coeducación y profesora de Lengua Castellana en el IES Emilio Alarcos, de Gijón, está acostumbrada a lidiar con los discursos que defienden este tipo de medidas. Es una de las creadoras de Skolae, un programa dedicado a introducir la igualdad en los centros de Navarra que vive «una caza de brujas» por parte de sectores conservadores.
En la práctica, el veto parental de Vox permite a los progenitores autorizar que sus hijos e hijas no asistan a actividades fundamentalmente relacionadas con la diversidad afectivo-sexual y la igualdad de género. ¿Qué implica esta medida?
El veto parental de la ultraderecha es una ocurrencia política que va en contra de los derechos humanos, de los tratados internacionales, de las leyes estatales y autonómicas, de las normativas de las consejerías de Educación e incluso de la propia Constitución. Lo que quiere la ultraderecha es que tengamos una educación de contenidos, no de valores. Y eso es imposible. El sistema educativo está para transmitir valores. Es un ataque directo al profesorado y también a los derechos de los niños y niñas. Lo único que hacemos los maestros y maestras es cumplir las leyes. Y precisamente quienes las incumplen son aquellos que no llevan a sus aulas la igualdad y la diversidad sexual.
¿En qué sentido vulnera los derechos de los menores?
Los vulnera porque todos los menores están dentro de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Todas las personas lo están. En este sentido, la educación debe fomentar el respeto a la diversidad de género, racial, sexual… de todo tipo. Los niños y niñas tienen derecho a ser educados en el fomento de los derechos humanos y la no discriminación. Esto implica que debemos poner encima de la mesa todos los temas que atañen a la sociedad. Los niños y niñas se dice que son el futuro, pero son el presente. Ya existen y tienen derechos.
Leer el artículo completo en El Diario.