La soledad de la lideresa colombiana
La lideresa social Silvia Hellen Rodríguez Quiñones, presidenta de la Junta de Acción Comunal de la Villa San Marco, Comuna 4 de la ciudad de Cali (Colombia), y miembro de la organización La Comadre de Afrodes. Sufrió un intento de asesinato el pasado 10 de diciembre de 2020, Día Internacional de los Derechos Humanos. Faltó muy poco para que su caso se sumase a los más de 300 defensores y defensoras de derechos humanos asesinados en 2020 en Colombia.
El atentado contra la vida de Silvia es otro más que se suma a los centenares de historias de acciones violentas cometidas contra personas que luchan por los derechos humanos en Colombia. Es un intento por silenciar una voz que lleva más de 40 años alzándose por la comunidad, por las mujeres afrodescendientes y por el reconocimiento de quienes defienden sus derechos.
“Ayer una compañera nuestra vivió un atentado en la ciudad de Cali, la capital del Departamento del Valle del Cauca”. Luz Marina Becerra, coordinadora nacional de la Coordinadora de Mujeres Afrodescendientes Desplazadas en Resistencia (La Comadre) de la Asociación Nacional de Afrocolombianos Desplazados (Afrodes), relataba así los hechos el día después del intento de asesinato:
“Estábamos desarrollando una actividad de documentación de personas dadas por desaparecidas junto con la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Naciones Unidas. Había varios funcionarios de instituciones. Nosotras estábamos trabajando en el tercer piso, y en el primer piso había otro evento de Afrodes. A las 12:30 del mediodía, vino otra compañera a llevarse a Ángela [la hija de Silvia Hellen], para que hablara en el primer piso, para que hiciera una intervención. Pero en realidad era para que unos psicólogos la prepararan para poder darle la información, porque son ellas dos solamente. Mamá e hija. Ya no tiene más hermanos, son ellas dos. La abuela de Ángela, que también la crió, murió el año pasado… Era muy duro darle esa noticia, que su mamá vivió un intento de asesinato… El psicólogo la preparó, pero ella entró en shock, no reaccionaba. Fue muy duro”.
El Relator Especial de Derechos Humanos de las Naciones Unidas Michel Frost fue contundente en su Informe sobre la situación de los defensores de los derechos humanos, publicado a principios de 2020 y escrito después de su visita al país a finales de 2018:
“Colombia sigue siendo el país con el mayor número de personas defensoras asesinadas en América Latina, y las amenazas en su contra se han disparado, en un contexto de altos índices de impunidad, pese a avances en esta materia. Las personas defensoras carecen además de un reconocimiento público y social positivo, a pesar de declaraciones públicas del presidente y otras autoridades reconociendo su importante papel, y son deslegitimadas y criminalizadas por otros actores estatales y no estatales”.
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