Año 2021: La comunidad internacional no logra la igualdad entre hombres y mujeres
La eliminación de todas las situaciones sociales, económicas, políticas y culturales que asignan a la mujer una posición de desventaja frente al hombre se ha convertido en una prioridad en el debate público y en la arena política, tanto en el plano nacional como en el internacional.
El principio de igualdad entre el hombre y la mujer y la prohibición de discriminación por razón de sexo se encuentran recogidos en todas las constituciones de las democracias contemporáneas y en los textos internacionales de derechos humanos más relevantes.
Aunque se han dado pasos muy importantes y significativos para lograr estos objetivos, ningún país, ni siquiera los occidentales, ha alcanzado la plena igualdad entre el hombre y la mujer.
Así, el Índice de Igualdad de Género de 2020 acaba de publicar las puntuaciones que han obtenido los Estados miembros de la Unión Europea y que oscilan entre los 83,8 puntos de Suecia y los 52,2 puntos de Grecia. España ha alcanzado 72 puntos, y la Unión Europea en su conjunto obtiene un valor de 66,2.
En el plano universal, la Organización de las Naciones Unidas se considera un escenario indispensable para la constitución de un régimen bien definido de derechos de la mujer y de equiparación entre los géneros.
Supuesta igualdad desde 1945
Hay que recordar que la prohibición de discriminación por motivo de sexo y el principio de igualdad de derechos entre hombres y mujeres se incorporó en la Carta de San Francisco de 1945 y, tres años después, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Posteriormente, la afamada Conferencia Mundial de la Mujer, celebrada en Pekín en 1995, arrancó a los gobiernos el compromiso de incluir de manera efectiva una dimensión de género en todas las políticas e instituciones.
Los ODS recogen sus derechos
En épocas más recientes se ha forjado un amplio consenso en torno a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible actuales incorporan una hoja de ruta incluyente, universal y vinculada a los derechos humanos. En particular, el Objetivo 5 enuncia el propósito de lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a las mujeres y las niñas, incluidos sus derechos sexuales y reproductivos.
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