Los sesgos de género y la falta de referentes femeninos, escollos al avance de la mujer en la ciencia
Pese a que el progreso profesional de la mujer en los últimos años ha sido muy notable, persisten aún sesgos de género que impiden alcanzar la igualdad plena, singularmente en el ámbito científico. Esta fue una de las principales conclusiones de la mesa redonda titulada Historia y mujer: Evolución como sujeto pasivo y activo en la investigación.
A este respecto, Pilar Toboso, catedrática de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Madrid y directora del Instituto Universitario de Estudios de la Mujer (IUEM), señaló que la media de catedráticas en España está en el 30%, lo que achaca a un suelo pegajoso» que les plantea «más dificultades a la hora de ascender cuando llegan profesionalmente a la academia y la universidad».
Pilar Rasillo, magistrada de la Sección 29 de la Audiencia Provincial de Madrid, apuntó por su parte que mientras que, «con datos de 2019, el 54% de jueces en España son mujeres y en 2018 el 74% de los aprobados eran mujeres» menos del 18% de los jueces del Tribunal Supremo eran mujeres. Para Rasillo, los sesgos de género son los principales culpables tras estas ratios.
En palabras de la consejera delegada de LLYC en Europa, Luisa García, «a mí no me da rabia que las mujeres renunciemos a cosas, lo que me da rabia es que los hombres no lo hagáis y que eso nos genere una disfunción». Para García, visibilizar a las mujeres es clave para generar referencias distintas para las niñas.
Paloma Domingo, directora adjunta de la Fundación General del CSIC, señaló que «la carrera investigadora es superexigente» y que hacer un parón de dos o tres años para tener hijos en la mayoría de los casos supone no volver.
Charo Izquierdo, periodista y consultora independiente, declaró que «la única manera de eliminar los sesgos de género es con educación», lo que implica cambiar no solo las leyes, sino lo que ocurre en casa y en los colegios.
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